"La República de Weimar aspiraba a un mundo nuevo basado en la razón, la democracia y la igualdad más allá de géneros, creencias o etnias", que, antes de la vuelta a la oscuridad de la guerra, "extrajo una energía creativa comparable a la de otros momentos estelares de la humanidad como la Atenas de Pericles o la Florencia de los Médici", recalcan. Floreció la vanguardia artística de la escuela de la Bauhaus, el movimiento LGTBI empezó a reivindicarse y las mujeres a emanciparse, detalla Martín, profesor en Cambridge, que añade: "Se quisieron seguir las ideas de la Ilustración, enfatizando la libertad y los derechos para todos, pero eso provocó miedo en parte de una sociedad alemana muy conservadora y militarista que aún creía en el modelo prusiano [que había dominado hasta la derrota en la Gran Guerra], igual que ocurre hoy, que mucha gente está reaccionando en contra". El cómic, plagado de personajes reales, de Einstein a Heidegger, Bertold Brecht o Thomas Mann, recorre aquellos años, con el éxito y las posteriores tensiones que vive la Bauhaus, la influencia de la biblioteca y el instituto fundado por Aby Warburg, pero también con la inflación disparada y el paro, que llevó a muchos a culpar a la República y votar al fascismo de Hitler, y el auge de un "antisemitismo furibundo", recuerda Martín, que culpó a los judíos de la derrota en la guerra, "igual que hoy se culpa de todo a los inmigrantes en EEUU y Europa".
Author: Anna Abella
Published at: 2025-03-29 10:00:21
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