A pesar de su título, la autora insiste en que la preparación ante emergencias no debería limitarse a quienes temen el fin del mundo, sino que debería verse como una parte natural y culturalmente arraigada en la historia de la humanidad. Según esta experta, el estilo de vida consumista, la comodidad de tener todo disponible en tiendas y plataformas digitales, sumado a la existencia de seguros y sistemas de bienestar que nos protegen, nos ha desconectado de la tradición de prepararnos para lo inesperado. El primer nivel, para un plazo de entre 15 y 30 días, implica acumular agua, comida enlatada, linternas, pilas, cerillas, una estufa portátil, mantas, un botiquín, productos de higiene y limpieza, además de una radio, libros, juegos de mesa y, si es necesario, un coche con el depósito lleno, una tienda de campaña, saco de dormir y herramientas básicas.
Author: Antonio Jiménez
Published at: 2025-03-29 09:51:40
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