El factor más importante, con diferencia, fue una era de invención e innovación sin precedentes y probablemente irrepetible: el despliegue a escala masiva de los combustibles fósiles para alimentar los motores primarios recién desarrollados (máquinas de vapor, motores de combustión interna, turbinas de vapor y de gas), para generar electricidad y para impulsar industrias a gran escala que producían acero, otros metales, cemento, fertilizantes y plásticos. La extracción de petróleo crudo y gas natural sigue siendo el fundamento energético de nuestra civilización, al igual que la generación de electricidad que depende de turbinas de vapor, hidráulicas y de gas; tenemos 1.500 millones de coches de combustión interna en todo el mundo, grandes buques portacontenedores, de carga a granel y cruceros impulsados por enormes motores diésel, trenes eléctricos, aviones que dependen de motores a reacción; cultivamos alimentos suficientes gracias a los fertilizantes sintéticos, el riego y la maquinaria agrícola; y vivimos en entornos construidos con acero, vidrio y hormigón. Las ilusiones siempre han sido una parte muy importante de muchas promociones de avances técnicos presentados como los salvadores de la humanidad, y ahora hay enormes lobbies bien organizados y financiados detrás de muchas de estas dudosas afirmaciones: empresas emergentes (startups) que nunca han construido nada están valoradas en decenas de miles de millones de dólares mientras prometen construir pequeños reactores nucleares; las empresas de inteligencia artificial están valoradas aún más mientras prometen (una afirmación verdaderamente infantil) solucionarlo todo.
Author: Daniel Arjona
Published at: 2025-07-23 22:11:35
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