Restringidos los coches y las bicis, se pasa frío para vivir la victoria en solitario del neerlandés Thymen Arensman, que cruza la meta asfixiado, pero feliz porque ha burlado a la policía del UAE y ha privado a Tadej Pogacar de la quinta victoria en el Tour. Al pie de la cima pasa Pogacar auxiliado por Marc Soler, como siempre, preparado para un ataque que no llega porque quien pasa a la acción es Jonas Vingegaard, para alegrar la tarde y para dar un motivo de esperanza a que, si ya empieza a quedar claro el nombre del ganador, por lo menos dará guerra, entusiasmo y espectáculo, que de esto vive el Tour y con esto se crea afición, el martes que viene en el Ventoux y el jueves y viernes próximos en los Alpes. No habrá sido a ojos de los espectadores la etapa más espectacular de los Pirineos, pero ha hecho un daño inmenso a los corredores que llegan a la meta uno a uno, mínimos pelotones, todos con el alma rota, porque, además de la dureza del día, cambió el tiempo y pasaron frío en los descensos.
Author: Sergi López-Egea
Published at: 2025-07-19 16:18:31
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