A diferencia de 2005, donde Ratzinger era el único candidato posible (un dato que suele olvidarse es que, entonces, Jorge Alberto Bergoglio obtuvo más de una treintena de sufragios), y de 2013, con un Papa dimitido, pero no muerto, los cardenales formarán un grupo en el que resulta complicado augurar un candidato claro para aglutinar los cerca de 90 votos necesarios (que forman los dos tercios prescritos) para ser elegido. Conocido como Tucho Fernández, el prefecto de Doctrina de la Fe, teólogo del Papa y uno de sus grandes apoyos, podría mantener viva la llama del espíritu Bergoglio, pero su cercanía al Papa –es argentino, como Bergoglio– y su excesiva progresía hacen que pueda ser un buen muñidor de votos, pero no realmente un candidato, salvo sorpresa mayúscula. Ha contado, tras la muerte de Francisco, que tuvo un fuerte enfrentamiento verbal con el difunto pontífice a cuenta del nombramiento de Juan Barros como obispo de Osorno por la gestión de este de unos casos de pederastia que sacudieron al país.
Author: Jesús Bastante
Published at: 2025-04-22 19:40:55
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