La mayor parte de esa inversión la acaparan un programa de aprovisionamiento, el de misiles Spike antitanque, y otro de solución de una brecha en la artillería de campaña: los lanzacohetes SILAM. Y eso, el lanzador, la parte central del problema, se basa en el PULS (Precise Universal Launching System) es tecnología de la firma israelí Elbit, a la que contrataron las dos adjudicatarias españolas con la condición de Defensa de que el sistema se fabricara en España. Un embargo total de las relaciones comerciales con la industria de defensa israelí afectaría también al pertrecho, mantenimiento y adquisición de morteros Cardom, un arma que la firma israelí Soltam ha vendido a numerosos países por su versatilidad y alto calibre: disparos de 120 mm que se pueden hacer desde puestos de tirador en tierra o desde blindados y VAMTACS, los vehículos de alta movilidad tácticos de la infantería.
Author: Juan José Fernández
Published at: 2025-05-21 18:12:55
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