Es una maldita mentirosa, porque nos pilló en la farmacia o en la óptica, comprando lentes de mayor aumento, alejando y acercando los textos impresos para enfocar, disculpándonos con los amigos porque ya no manejamos de noche y dándole gracias a Dios de que el fin de semana podamos pasar en pijamas viendo tele. Nos obliga a desacelerar en esta carrera loca del progreso y nos invita a priorizar lo importante sobre lo urgente, la paz sobre la peleadera, la alegría pequeñita de tener para pasar el día sobre la promesa inalcanzable de la felicidad. Y entonces, perdonaremos y nos perdonaremos antes de que la otra, la siguiente etapa, llegue con su vestido de temporada y, así como quien no quiere la cosa, se pare en el umbral de la puerta.
Author: Ana Coralia Fernández
Published at: 2025-10-05 13:30:00
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