Por tanto, la incidencia del turismo, el comportamiento del público, las modas de las sillitas que derivan en auténticas acampadas de merienda, o la que obliga a ver los pasos entre móviles a brazo alzado; la incívica gestión personal de la basura, el excesivo celo de la Policía Nacional, además de la desmesura del número de nazarenos, amén de las incidencias meteorológicas, han marcado el relato de otra Semana Santa. Cada cual puede contar una Semana Santa 2025 por su experiencia y la que yo puedo contarles es la de una Semana Santa como no recordaba desde hace años, la que creía perdida para siempre, la que pensé que quedaría solo en la nostalgia. En un momento de tanto ruido en el mundo, el silencio de Sevilla en esta Semana Santa masificada es la apoteosis de la religiosidad popular, que no hace mucho hizo a la ciudad capital del congreso internacional que debatió sobre la misma.
Author: (abc)
Published at: 2025-04-21 20:04:17
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