Si había algo que, desde el principio, estaba trazado por Ucrania como una línea roja, es precisamente uno de los siete puntos que aparecen en la propuesta estadounidense como un innecesario caramelo al Kremlin: el reconocimiento de la península de Crimea como territorio de Rusia. Además, se establece que la central nuclear de Zaporiyia, dentro de la zona ocupada por los rusos, se considera territorio ucraniano, pero es operada por Estados Unidos y suministra electricidad tanto a Ucrania como a Rusia, algo que resulta difícil de llevar a la realidad. Otra de las cosas que ha llamado la atención, siguiendo la lógica del modo de negociar de la vieja URSS, es que Vladimir Putin ya no habla en los términos maximalistas del principio (como exigir las provincias ocupadas completas, además de las zonas conquistadas), porque eso le ha valido para colocar la portería donde él quería, dada la sumisión de los negociadores de EEUU a sus posiciones, conseguidas sin que Washington haya hecho ningún tipo de presión como sanciones adicionales.
Author: Alberto Rojas
Published at: 2025-04-23 20:52:09
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