Tras días de expectación en el Valle de los Reyes, el 26 de noviembre de 1922, Howard Carter se asomó por el agujero practicado en la puerta sellada que conducía a la antecámara de la tumba de Tutankamón y contempló un tesoro de oro, madera y telas que no se había visto en más de tres milenios. Pero el milagro sucedió y esa asociación de talento y dinero que comenzara en 1908 dio fruto el 4 de noviembre de 1922, cuando el arqueólogo británico descubrió la tumba de Tutankamón (designada como KV62), el mausoleo faraónico mejor conservado e intacto jamás encontrado allí. El público, inmerso en una auténtica «tutmanía», demandaba su dosis diaria de faraón y, mientras el Times de Londres se alimentaba con noticias frescas a pie de tumba (tenía la exclusiva), el resto de la prensa tuvo que buscarse la vida o directamente «inventársela».
Author: edgary185
Published at: 2025-09-28 13:08:54
Still want to read the full version? Full article