Detrás de la polémica fórmula aplicada subyacen hipótesis tan absurdas como que el tipo de cambio real entre Estados Unidos con cada país del mundo fuera paritario, que no hubiera diferencias de renta entre países, o que cualquier consumidor del planeta siempre elegiría un Chevrolet, un Wopper o una Budwaiser, frente a un BMW, un bocata de jamón serrano o una Leffe Brune. Aún estábamos digiriendo el recurso al concepto de "seguridad nacional" utilizado por Trump en la primera legislatura para justificar aranceles al acero o a los frigoríficos, cuando ahora se enarbola otro nuevo: la "urgencia" del aplanamiento del déficit comercial a base de truncar cada uno de los déficits bilaterales. Algunos big players, como Canadá, México o la UE tienen negociaciones suficientemente importantes con Estados Unidos, y los aranceles pueden coadyuvar a una actitud más colaborativa en el control de fronteras, a la cesión de inputs estratégicos o a elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB, con la consecuente compra de armamento americano.
Author: Carlos Llano
Published at: 2025-04-09 22:18:52
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