El dispositivo de Apple se ha convertido en un indicador del impacto de los aranceles en la industria tecnológica, por la gran dependencia de China que tiene la marca, pero también porque más del 60% de los estadounidenses es usuario de iPhone, según la consultora DemandSage; y el 90% de ellos solo los reemplaza por otros dispositivos de Apple, según Oxford Economics. Tras años de trabajos y unos 500.000 millones de dólares de inversión, las cadenas de producción se han puesto en marcha, aunque todavía deberá pasar al menos un año para que puedan ser un factor a tener en cuenta para satisfacer el mercado interno, como la propia marca reconoce: “La cadena de suministro de chips de IA y supercomputadoras es compleja y exige las tecnologías más avanzadas de fabricación, empaquetado, ensamblaje y prueba”. Aunque no llega a las cotas de los chips para la IA, la fabricación de teléfonos inteligentes o tabletas de última generación se basa en una cadena de suministro global muy compleja, donde los materiales provienen de diversos países y los componentes se fabrican en diferentes lugares antes de ser ensamblados mayoritariamente en China.
Author: Carlos del Castillo
Published at: 2025-04-14 20:18:53
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