La llamada de teléfono, los elogios al Kremlin, sus deseos de visitarse mutuamente, el comprar la narrativa de que la guerra fue culpa de los deseos de entrar en la OTAN hace una década, el discurso de su vicepresidente J. D. Vance en Múnich, los avisos de su secretario de Defensa, Pete Hegseth, ante los aliados de la OTAN. El siguiente paso, viendo los precedentes, es obvio: resucitar y amplificar toda la propaganda rusa, que durante años ha querido destruir la popularidad y reputación de Zelenski y de Ucrania, diciendo que es el país más corrupto del planeta y ligándolo con el hijo de Joe Biden y las denuncias sobre un complot del Partido Demócrata y Kiev intentando amañar las elecciones de 2016 en Estados Unidos. Tusli Gabbard, recientemente nominada para ser la responsable de la Casa Blanca de los servicios de inteligencia, y cuyas inclinaciones pro rusas o chinas han sido denunciadas en el proceso de confirmación del Senado, es quizás quien más ha contribuido a minar la reputación de Zelenski en EEUU, acusándolo de ser precisamente un dictador por cercenar la oposición, intentar ilegalizar todos los partidos, o de tener un control "absoluto de los medios de comunicación, el Parlamento y de la Iglesia Ortodoxa".
Author: Pablo R. Suanzes
Published at: 2025-02-19 21:50:00
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