Acompañado por algunos de los principales líderes europeos, entre los que por supuesto no se encontraba Pedro Sánchez, se discutió sobre el marco en el que se celebrarán las negociaciones de paz, que podría resumirse en que Ucrania deberá ceder parte de su territorio a cambio de garantías de seguridad explícitas y fiables que permitan a su pueblo confiar en que Putin no volverá a atacar su país. Dado que Putin no quiere ni oír hablar de un posible ingreso de Ucrania en la OTAN, la solución intermedia que ha capitaneado Meloni es la adopción de una protección similar a la del artículo 5 del tratado, que obliga a los miembros de la Alianza a considerar un ataque a cualquier otro miembro como un ataque a su propio país, sin necesidad de que Ucrania ingrese en la OTAN. Al igual que con la extensión final de los territorios que deba ceder el Parlamento ucraniano, el formato que adoptará esta protección será esencial para que exista un acuerdo, dado que el tristemente célebre antecedente del Tratado de Budapest de 1995, por el que Kiev renunció a su arsenal nuclear a cambio de garantías por parte de Rusia, Estados Unidos y Reino Unido de garantizar su unidad territorial.
Author: EDITORIAL
Published at: 2025-08-19 20:44:26
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