“Si todos los operadores de turbinas se escondieran durante los ataques, no quedaría energía”, afirmó, de pie dentro de la sala de máquinas de una planta de energía térmica. En la ciudad de Chernihiv, en el norte del país, Andrii Dzhuma, de 58 años, lleva más de tres décadas reemplazando y reparando las mismas líneas eléctricas que ayudó a construir, cuando los viejos postes de madera fueron reemplazados por unos nuevos, hechos de concreto, y Ucrania aún formaba parte de la Unión Soviética. “Es mejor que yo sea un objetivo para Rusia que los civiles o los soldados”, dijo Bohdan Bilous, de 24 años, vestido con su uniforme de trabajo mientras reparaba líneas eléctricas en la ciudad de Shostka, en el norte de Ucrania, que se quedó sin electricidad el mes pasado después de intensos ataques.
Author: Associated Press Spanish
Published at: 2025-11-18 18:33:18
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