Tengo claro que Nicolás Maduro y su régimen ya dejó de ser democrático y tras las últimas elecciones no hay nada que concierna a la izquierda en su defensa, no voy a entrar a debatir sobre la conveniencia del uso de la fuerza para aquellos que creen que se están enfrentando a un régimen tiránico, pero eso es un debate de la filosofía política que no me incumbe en este texto porque en lo único que quiero centrarme es que le han dado el premio Nobel de la Paz a quien ha pedido un baño de sangre en su propia tierra para derrocar el poder actual y ha participado de golpes desde hace más de 20 años. El mundo líquido del que hablaba Zygmunt Bauman se ha esclerotizado en un cuerpo oleaginoso y viscoso en el que se quedan pringados los peores males de todos los tiempos y que simboliza de manera grotesca el hecho de dar el mayor reconocimiento para quien trabaja por la paz a quien pide una guerra. Estoy seguro de que incluso si quieren hacer política contra Venezuela en el país caribeño encontrarán opositores y activistas que lo merezcan más por el simple hecho de trabajar contra Nicolás Maduro sin pedir violencia y muerte.
Author: Antonio Maestre
Published at: 2025-10-11 20:37:59
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