Nacido el 29 de enero de 1891 en Ginebra, Suiza, en el seno de una familia aristocrática y como nieto directo de Benjamín Franklin, desde muy pequeño tuvo la posibilidad de estudiar con la más alta elite europea y desarrollar sus habilidades en el tenis. Más allá de sus hazañas deportivas, también fue una persona que estudió mucho el mundo de las finanzas, lo que lo convirtió, tras su retiro, en agente de inversiones y lo llevó a presidir la Sociedad Histórica de Pensilvania durante más de dos décadas. A pesar de haber sido una estrella de su época en el tenis y ser reconocido en el mundo entero por sus grandes hazañas, años después de su muerte (el 2 de junio de 1968), su viuda recordó en una entrevista que Richard era una persona desapegada de las riquezas materiales, que adoraba pasar tiempo en familia.
Author: LA NACION
Published at: 2025-05-13 20:44:36
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