Desde entonces, Putin ha impulsado la idea de una “internet soberana”, un proyecto que tras la invasión de Ucrania en 2022 se aceleró con la toma de control de VK, la mayor red social del país, y la prohibición de Facebook, Instagram y Twitter, mientras se aprobaban leyes draconianas contra la disidencia tanto en las calles como en la red. Recordaba el Times que el resultado es un proceso de autarquía tecnológica en el que Rusia avanza hacia un internet aislado, con la capacidad de ser desconectado del resto del mundo a voluntad del Kremlin. Así, si en el pasado Rusia fue ejemplo de apertura digital, hoy se encamina hacia un modelo de vigilancia total que, de consolidarse, alterará de forma irreversible la relación de los ciudadanos con la información, la política y, en último caso, con el mundo exterior.
Author: Miguel Jorge
Published at: 2025-08-04 16:00:37
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