Sesión doble en clave Expresionismo alemán con dos títulos a reivindicar: el único largometraje de Stellan Rye con El estudiante de Praga, protagonizada por Paul Wegener; y uno de sus grandes títulos en el olvido con De la mañana a la medianoche de Karl Heinz Martin. Sin duda los elementos fantásticos son la fuente de ingenio del filme, pues su uso de fotogramas sutilmente divididos para multiplicar a Paul Wegener, o los trucos de magia cometidos por nuestro equivalente a Mefistófeles (aquí, a modo de curiosidad, con apariencia de caballero capitalista con dinero para regalar, prácticamente opuesta a la que tiene en el Fausto de Murnau), son muy interesantes. La ilusión de afrontar este proyecto —aportando innovaciones muy radicales para unos años en que ya había un caldo de cultivo enorme de vanguardia, de huida del naturalismo que le precedió y que alcanzaría su cénit con el impresionismo— le llevaría a reclutar un equipo también de vanguardia como el director artístico Robert Neppach, un arquitecto y productor que participaría en la supervisión artística de más de ochenta películas, incluida una con Murnau.
Author: Cine maldito
Published at: 2025-04-27 20:46:23
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