Se complementaba con un complejo subterráneo de túneles de hasta 30 metros de profundidad y domos de concreto que podían abrirse en minutos. Entre los hallazgos más llamativos se encuentran una consola de lanzamiento con su sistema de bloqueo en verde (indicando mantenimiento) y un conjunto de relojes soviéticos detenidos en la hora de la desactivación del complejo, lo que sugiere un cierre abrupto. Los ecos del pasado nuclear siguen latentes en los túneles y galerías de Plokštinė, hoy llenos de grafitis, equipo oxidado y recuerdos congelados del siglo XX.
Author: Daniel Cáceres Garriga
Published at: 2025-11-08 19:15:00
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