Habitó en una soledad y un silencio que alivió con la pintura, las lecturas y las conversaciones con los habitantes de la casa que frecuentaban de cuando en cuando el desván paracharlar con Satiago mientras sus pinceles les retrataban. En el pueblo pensaron que había vuelto de Francia o de Argentina, donde tenían familia, hasta que alguien le denunció a las autoridades de la dictadura, que le retuvieron en el cuartel de Laredo antes de enviarlo a la Prisión Provincial de Santander. De todos los retratos que dibujó en prisión queda un álbum de fotografías de 56 de esos dibujos que le regalaron a Santiago sus compañeros cuando salió de la cárcel, después de esos dos años encerrado.
Author: Olga Agüero
Published at: 2025-05-25 20:11:55
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