Sin posibilidad de aprobar los Presupuestos para 2026 y sin mayoría en el Congreso, la debilidad del Gobierno será, si cabe, más evidente que nunca después de un órdago que Junts ha vinculado a compromisos incumplidos como la aplicación integral de la ley de amnistía, la delegación de las competencias en materia de inmigración o el uso de las lenguas oficiales en el Europarlamento, que no están ya en manos del Gobierno sino de los jueces, de Podemos y de los socios europeos. Sea como fuere, desde el gabinete del presidente aseguran ser víctimas de una “guerra de nervios” de los de Puigdemont, que se desangran cada día electoralmente a costa de Aliança Catalana y ante la que los socialistas tendrán que moverse “con mucho temple, con la mano tendida, pero también con el BOE”, en clara alusión al margen para la toma de decisiones que ofrece el Gobierno más allá de las iniciativas legislativas. La dispensa tendría una traducción de más de 80.000 millones de euros, que el Estado asumiría para reducir el exceso de deuda de las Comunidades Autónomas y que en el caso de la Generalitat supondría un ahorro de más 17.000 millones que, de no salir adelante, “tendrán que explicar los de Junts a sus votantes”, advierte un dirigente del PSC, que como Sánchez, cree que hay que “aguantar el pulso y seguir pidiendo cartas” porque la partida no ha acabado.
Author: Esther Palomera
Published at: 2025-11-08 20:56:16
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