En una soleada tarde de abril en Budapest, un grupo de periodistas se apiñaba en torno a la entrada trasera del Dorothea, un lujoso hotel situado en el distrito peatonal de la ciudad, entre el museo de cera Madame Tussaud y una tienda de ropa de saldo. La veneración por la alianza de populismo y cristianismo ha persistido, incluso cuando el país cae en picado en las clasificaciones de libertad de prensa, se enfrenta a acusaciones de haber dejado de ser una democracia plena y se convierte en el país con el índice de corrupción más elevado de la Unión Europea. “Los ciudadanos empiezan a comprender que la grave falta de financiación de estos dos servicios está relacionada de alguna manera con el hecho de que el Gobierno esté gastando el dinero de los contribuyentes para enriquecer a ciertos empresarios que tienen buenas relaciones con Orbán”, dice.
Author: Ashifa Kassam / Flora Garamvolgyi
Published at: 2025-06-15 20:51:15
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