Hablamos de una figura singular, de un jabalí de bronce –de apenas veinticinco centímetros de largo y dieciocho de altura– hallado en 1929 ... por los operarios británicos de la Rio Tinto Company, esos caballeros de los que ya les he hablado, que vinieron a extraer minerales y a jugar al tenis. Y así surge la hipótesis: que llegó desde Oriente en los bagajes de algún soldado de Alejandro Magno, arrastrado en su febril carrera hacia los confines del mundo. Que haya terminado en manos británicas por obra del colonialismo moderno, ese que llegó disfrazado de ingeniería y progreso, no hace sino añadir otra capa a su melancólica odisea.
Author: (abc)
Published at: 2025-08-17 17:03:48
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