El Gobierno y el Ejército israelíes han acusado repetidamente a Hamás de quedarse con la ayuda que llegaba al enclave palestino y de beneficiarse de su venta, y con ese pretexto han reducido al mínimo su distribución a través de las agencias de la ONU y organizaciones humanitarias independientes, sustituyéndola por un sistema privado gestionado por una entidad de Estados Unidos y supervisado por las tropas israelíes. Hasta la fecha, no hay pruebas de que Hamás se haya beneficiado de la ayuda ni de que esté detrás de los saqueos de los camiones de Naciones Unidas, que no han cesado desde el 19 de mayo, cuando Israel decidió permitir la entrada de una cantidad ínfima de cargamentos. En noviembre de 2024, el periódico The Washington Post obtuvo un memorando interno de Naciones Unidas en el que el organismo señalaba que las bandas que robaban la ayuda humanitaria “podrían estar beneficiándose de una benevolencia pasiva, si no activa, o de la protección de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”.
Author: Francesca Cicardi
Published at: 2025-06-14 20:06:50
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