Recordemos que el terreno que ha ido preparando Trump, en línea con las pretensiones de Moscú, dibuja un panorama que, pervirtiendo el lenguaje, incluso pretende hacer pasar la entrega definitiva a Rusia de los cuatro oblasts en los que ya tiene desplegadas la mayor parte de sus tropas (aunque no controla ninguno de ellos en su totalidad) por un supuesto “intercambio” de territorios. Tanto Trump- convencido de que tanto Kiev como Bruselas no tienen más remedio que agachar la cabeza ante su dictado- como Putin- que sigue comprobando que puede mantener el pulso militar sin tener que renunciar a ninguna de sus exigencias maximalistas- entienden que, en su intento por normalizar sus relaciones bilaterales, Ucrania empieza a ser ya un asunto menor. Una representación en la que Trump pretende convencer al mundo de que gracias a sus desvelos se están produciendo “grandes avances” que nunca logra enumerar, mientras Putin perfecciona su capacidad para moverse con la ambigüedad suficiente para aparentar voluntad de diálogo al tiempo que sigue masacrando a los ucranianos.
Author: Jesús A. Núñez
Published at: 2025-08-16 16:02:03
Still want to read the full version? Full article