Desde hacía semanas, sabíamos que la UER, la organización de radiotelevisiones públicas que organiza el festival, no iba a expulsar a Israel de la próxima edición, a pesar de que la misma ONU está investigando al Estado hebreo por posible genocidio en su atroz ofensiva militar en Gaza durante dos años y medio, como respuesta a los no menos atroces atentados terroristas de Hamas y Yihad Islámica en suelo israelí del 7-O. Si en algún momento a lo largo del verano hubo alguna posibilidad mínimamente seria de que Israel fuera expulsado del Festival de Eurovisión en 2026 -¡el año en el que se celebrarán los 70 años del concurso de la canción!-, se evaporó con la firma del acuerdo de mal llamada paz de Trump, que impuso a las partes el actual statuo quo, con la aquiescencia de toda la comunidad internacional, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, incluido. Si sólo se retiran, además de España, tres o cuatro países como máximo de la próxima edición del concurso, que es lo que se baraja ahora mismo, habrá que pensar que igual la decisión de RTVE no sólo es un error estratégico monumental, sino que la política del Gobierno de España nos ha conducido a un aislamiento absoluto, sin comprensión ni respaldo del conjunto de Europa.
Author: Eduardo Álvarez
Published at: 2025-12-04 18:51:24
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