La cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin celebrada en Alaska pasará a la historia, no por los acuerdos alcanzados –hasta donde se sabe no los hubo–, sino por la escena que ofreció al mundo: la de un presidente ruso acusado de graves crímenes de guerra recibido con honores en territorio estadounidense mientras continúa su agresión sobre Ucrania. Al término de apenas tres horas de reunión, Trump comunicó a los líderes de la OTAN y a Volodímir Zelenski que el líder ruso no quiere una tregua, sino un acuerdo «global» que aborde las «causas fundamentales» de la guerra. Lo que el Kremlin entiende por «causas fundamentales» es bien conocido: la expansión de la OTAN, el deseo de Ucrania de integrarse en Occidente, y el respaldo militar y económico que ha recibido de Europa y EE.UU.
Author: (abc)
Published at: 2025-08-16 15:26:59
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