No obstante, tras la crisis abierta por el informe de la UCO, la decisión de Sánchez de encastillarse en la Moncloa, recuperando el impostado lloriqueo y el desvarío del complot ultraderechista, ha dejado al descubierto que la verdadera intención del muro siempre fue la de esconder el sistema de corrupción socialista y protegerlo. La comparecencia pública de Sánchez, tras haber pactado con Santos Cerdán los términos de su nuevo acuerdo -lo que explica el cambio de discurso del presidente respecto al jueves, de víctima a chacal- dejó entrever que su máxima preocupación es evitar que la investigación judicial y periodística muestren pruebas irrefutables, más allá de los indicios y lo que dicta el sentido común, de la existencia de un entramado para la financiación ilegal del PSOE. Una explicación que recuerda a la que dio el PP sobre la Gürtel -cuya responsabilidad se comieron Bárcenas y unos pocos- y que, ahora como entonces, resulta del todo inverosímil, dada la cercanía personal del 'clan del Peugeot' al presidente y la importancia de las conexiones internacionales con Venezuela y su Delcy, China o República Dominicana, amén de la presencia entre sombras de Rodríguez Zapatero y Pepiño Blanco (casualidad, otro ex secretario de organización del PSOE).
Author: Iñaki Ellakuría
Published at: 2025-06-17 22:04:40
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