Fue un extraordinario penalista y su lección inaugural llevaba por título Contra la pena de muerte, cuestión muy meritoria por producirse en el año en el que el franquismo ejecutó tres penas de muerte tras dos consejos de guerra inicuos contra el comunista Julián Grimau, fusilado el 20 de abril, y los anarquistas Joaquín Delgado y Francisco Granados, agarrotados el 17 de agosto. Mientras, la flor y nata de la judicatura y la fiscalía, pongamos que hablo de José y Carlos Jiménez Villarejo, padre y tío respectivamente de Trinidad Jiménez, aquella ninfa dos veces ministra del zapaterismo, accedieron a sus carreras jurando lo que había que jurar, no solo los principios antedichos; también la inocencia del prevaricador Baltasar Garzón. Recuerden que el ex ministro José Luis Ábalos también fue muy aplaudido el 26 de febrero de 2020 cuando el PP le preguntó por su intervención en la llegada de la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez con su maletamen, a lo que respondió la bancada socialista como un solo hombre (y una sola mujer) todos puestos en pie y aplaudiendo hasta enronquecer, como decía un cronista deportivo del Diario Vasco.
Author: Santiago González
Published at: 2025-06-22 22:02:34
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