Se queda con «existían ciertos vínculos de subordinación y de derechos sobre tierras entre algunas tribus y el Sultán de Marruecos» pero se olvida de «NO existían vínculos de soberanía entre el territorio del Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano» y de «en el momento de su colonización por España no era un territorio sin dueño» (los dueños eran los saharauis). En enero de 2003, el enviado especial de la ONU, el antiguo secretario de estado estadounidense James Baker, se entrevistó con representantes de ambas partes proponiéndoles una programa (Plan Baker II) que incluía una amplia autonomía del Sahara Occidental dentro de Marruecos como fase previa a la celebración de un referéndum sobre el estatus final del territorio en un plazo de cuatro años. No hay que ser un lince para darse cuenta de que es una propuesta de negociación de un estatuto de autonomía, que además de partir de una premisa contraria a la legalidad internacional (como que el Sahara Occidental forma parte de Marruecos), constituye una grave regresión respecto a los anteriores proyectos de autonomía presentados en materias tan importantes como la organización del poder, el censo, el referéndum, los recursos naturales o los derechos humanos.
Author: Javier Sanz
Published at: 2025-11-07 11:45:56
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