El juego de orientar el sol hacia Antequera funciona como ejemplo gráfico de algo que nunca sucederá, y de ahí la potencia de la imagen en boca de quienes querían animar a sus tropas en plena guerra. Antonio J. Guerrero Clavijo relataba en un artículo recogido por la web de la Diócesis de Málaga que tras la toma de la localidad se celebró una misa en la que se eligió patrón, alcaide y escudo de armas. Así se consolidó un relato en el que la frase adquiría un carácter espiritual y bélico a la vez, ligado a la idea de que todo quedaba en manos de la voluntad divina.
Author: Héctor Farrés
Published at: 2025-08-25 16:27:58
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