Si llevas el iPhone todo el día encima, en el bolsillo del vaquero o en una mochila que no para de abrir y cerrar, sabrás que la pelusa y el polvo no tardan en hacer acto de presencia. Es muy típico: tras semanas con el iPhone en el bolsillo, se acumula pelusa en el fondo del puerto; el conector del cable no entra bien, y el teléfono “piensa” que no hay conexión o la pierde con un pequeño movimiento. Usado con sentido común (quitar para cargar, ventilar si hay humedad y evitar el metal), minimiza incidencias de contacto y ayuda a mantener limpios el conector y las rejillas, sin renunciar a un diseño discreto que no se atasca ni afea el teléfono.
Author: Lorena Figueredo
Published at: 2025-11-07 14:11:01
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