Tras la inauguración, el jueves pasado, con el debut en el Festival Perelada de la mezzosoprano Joyce DiDonato, el certamen continuó el viernes con un poético paso a dos dancístico al aire libre a cargo de Lorena Nogal y el sábado con el estreno absoluto de un espectáculo concebido por el director de escena sevillano Rafael R. Villalobos ‘Genius Loci’, en un mano a mano con el contratenor catalán Xavier Sabata. El espacio escénico estaba cargado de poesía; unos árboles famélicos, electrificados, con sus destellos y patrones visuales, junto a la viola da gamba y a la electrónica marcaban un arranque no apto para sensibles dando paso a la poesía y a la música en un recital dramatizado que conllevaba una crítica a la pérdida de identidad e individualidad, al consumismo y a la manera de vivir de la moderna sociedad occidental –“todas las ciudades, mañana, serán lo mismo”– y que utilizaba el concepto de jardín como un refugio de salvación, como “una declaración de guerra contra el progreso” o directamente como “una forma de rebelión” en un proceso “lento y suave”. A través de citas a la naturaleza y a “sus pequeños misterios”, el texto se paseaba por diversas instancias que mostraban al jardín como un lugar seguro, pero que también representa “una lucha entre el hombre y la naturaleza; y la naturaleza siempre gana”, mirando a la muerte (“¿Qué tipo de planta abonará mi cuerpo?”), incluso a la forma contemporánea de hacer política y a la devastación de la guerra, cuando el desierto fulmina la poesía y la libertad porque el jardín es también “el lugar más frágil de la tierra”.
Author: Pablo Meléndez-Haddad
Published at: 2025-07-06 16:40:07
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