Crónica ha hablado con una decena de personas tanto del entorno de Pablo González, como cercanas a la investigación o a los servicios de inteligencia y con varias de las personas a las que siguió en el pasado, para reconstruir la nueva vida del espía español que, de momento, ha elegido quedarse en el frío. La cárcel le ha pasado factura desde el punto de vista físico, aunque no tanto como a otros presos de las cárceles rusas (el disidente Ilya Yashin, notablemente encorvado tras tres años encarcelado por criticar la guerra) o las mazmorras bielorrusas (el político Serguei Tijanovski, marido de la disidente bielorrusa Svetlana Tijanovskaya, liberado en junio y tras cinco años en la celda en los que pasó de pesar 135 kilos, midiendo 1,92, a quedarse en sólo 79 kilos). Tiene grabado el caso de un compañero de pasillo, «un tipo de 17 años bielorruso, que ni siquiera hablaba polaco, acusado de espionaje pese a ser un crío», según ha comentado estas semanas en los bolos que ha comenzado a hacer en canales de YouTube como el del Coronel Baños, otro llamado Reflexiones Iracundas, el espacio Alerta Gorria Irratia y otras plataformas, la mayor parte de las cuales suelen repetir cada uno de los argumentos que excreta a diario la propaganda rusa.
Author: XAVIER COLÁS
Published at: 2025-08-03 13:03:35
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