Según Weil, los partidos exhiben tres características fundamentales que los hacen incompatibles con una democracia genuina: sustituyen el pensamiento crítico por lealtades ciegas, polarizando a la sociedad y manipulando emociones para mantener la cohesión interna; imponen una disciplina que reprime la libertad intelectual y moral, exigiendo obediencia a la línea oficial del partido; por último, su objetivo principal es crecer y consolidarse, relegando la búsqueda de la verdad y el bien común a un segundo plano. Los mensajes de Sánchez y Ábalos ofrecen un caso paradigmático para analizar cómo los partidos modernos, y en especial el PSOE, institucionalizan las dinámicas sectarias que Weil denuncia, con los críticos convertidos en enemigos respecto a los cuales hay que organizar autos de fe y levantar hogueras. Los mensajes de Sánchez y Ábalos subrayan la urgencia de una crítica y un cambio: cuando los partidos operan como sectas, la democracia se debilita, ya que los ciudadanos quedan relegados a espectadores y súbditos de luchas de poder internas.
Author: Santiago Navajas
Published at: 2025-05-12 20:33:09
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