La decisión de Noruega contrasta con la de Finlandia, que la semana pasada anunció que seguirá el ejemplo de Polonia y los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), de abandonar el tratado de Ottawa firmado en 1997, que regula la abolición del uso de las minas antipersona. Denominado formalmente 'convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción', el tratado fue parte de la respuesta internacional al sufrimiento que producen estas armas, que, como denuncia el Comité Internacional de la Cruz Roja, siguen causando amputaciones y muertes incluso después de terminados los conflictos armados, y por lo general son los civiles los que sufren sus consecuencias. Esta semana, la ministra de Asuntos exteriores finlandesa, Elina Valtonen, ha defendido que, a pesar de la decisión de reintroducir el uso de minas, su país “continúa defendiendo el derecho internacional humanitario”, y se ha comprometido “a participar en campañas de reducción de los daños causados por las minas”.
Author: Òscar Gelis Pons
Published at: 2025-04-06 19:43:06
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