Y si nos paramos a pensarlo, no es difícil recordar otros momentos de reporteras congeladas contando el frío que hace en un pico de España, o a reporteros empapados para decir que hay un temporal de lluvia y viento, o achicharrados en una plaza de cemento con 40 grados a la sombra para ver cómo se fríe un huevo en el suelo. Esa multa a À Punt demuestra que no siempre es así, pero si algo tienen en común sus testimonios es que 'sus jefes' -tómese como un genérico- lo único que hacen es destinarles a cubrir la noticia que sea, en el punto que sea, y que cuando hay peligro siempre les piden priorizar su integridad y no preocuparse por el trabajo. Otro compañero como Alberto Freile, actual corresponsal de la cadena pública en Berlín y que ha sido enviado especial a zonas de conflicto, apunta también a la “convicción personal y profesional” al realizar una cobertura, que en ocasiones se encuentra con peligros: “La única manera de contar con detalle un desastre natural o una guerra, el sufrimiento de la población civil, es desde dentro.
Author: Marcos Méndez
Published at: 2025-06-07 17:45:41
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