Al propio Stoppard le haría gracia que su mayor marca en la cultura popular sea la película que hizo famosa a Gwyneth Paltrow y no obras como 'Arcadia', en la que mete juntos y revueltos la vida amorosa de Lord Byron, el Romanticismo, y la Segunda Ley de la Termodinámica, y que encima no solo no fue una obra de 'arte y ensayo', sino un éxito gigantesco en el National Theatre londinense y en Broadway. Así, Stoppard se convirtió en uno de los reyes de la escena del mundo anglosajón, por el que navegó con su ideología "conservadora, pero con 'c' minúscula", como él mismo dijo, y tres matrimonios salpicados de una lista infinita de infidelidades, incluyendo con la esposa del actor Jeremy Irons, Sinéad Cusak. 'Rosencrantz y Guildenstern han muerto' contiene muchos de los elementos permanentes de Stoppard: un texto rayano entre el absurdo y lo filosófico, que juega con el espectador y con los propios actores, ya que en realidad es una obra de teatro que transcurre en los márgenes de otra obra de teatro, 'Hamlet' de Shakesperare.
Author: EL MUNDO
Published at: 2025-11-29 17:57:37
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