María Magdalena

María Magdalena


Vivimos días de termómetros desatados y de turismo desparramado, como ... se reproducen semanas de episodios cuanto menos turbios (pónganle el adjetivo que más le apetezca) en torno a Pedro Sánchez y sus fanáticos, porque no se puede calificar de otra manera a quienes siguen a un líder con los ojos –y la nariz– tapados ante todo lo que apesta, sin levantar la mano o la voz, tragando lo que sea necesario por un único fin, que el líder siga durmiendo en la Moncloa y sus lacayos enchufados en una mastodóntica administración. Después hay quienes, desde el ostracismo al que le envió el líder, guardan el anhelo de volver a la primera fila, pero más que tomar la palabra lo que hacen es cuchichear, como esas señoras que toman el fresco en la puerta de la casa de la vecina con la silla de playa. El sanchismo no solo está pudriendo pilares del Estado como el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General del Estado o la Carrera Judicial, a la que ha puesto en su punto de mira para que, junto a la Guardia Civil y los periodistas, no sea fuente de más dolores de cabeza, sino que también afecta a las entrañas de un partido que fue fundamental para el progreso de este país y que por el porvenir de España debería volver a la senda que perdió entregando su alma al diablo.

Author: (abc)


Published at: 2025-07-08 20:35:31

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