Me contó Diego, que con otros compañeros acaba de publicar un libro, Policías al desnudo, en la editorial Mirahadas, del que escribiremos más ampliamente en otra ocasión, que una vez fue acusado de todo tipo de fechorías por alguien a quien investigó eficazmente y que el juez que archivó el asunto calificó al denunciante de "malsín, querulante y sicofante". Exponía el escritor en su Consejo X a los que pretenden servir a la cosa pública que conocieran bien a quienes se le acercaban: "Rodean a todo hombre de influencias gentes de toda suerte y catadura; unos son buenos, discretos y leales; otros son galopines, truchimanes y trapisondistas. Cuando llegue una ocasión "en que el galopín espere hacer la suya; cuando crea que él debe ocupar tal o cual cargo, el político obre con discreción: pase con buenas palabras al malsín; no le dé el cargo ni le otorgue comisión de confianza; alegue un compromiso inevitable; y de este modo, sin ruido, sin escándalo, podrá ir haciendo poco a poco la labor de selección y determinando que el truchimán se canse y le abandone."
Author: Pedro de Tena
Published at: 2025-11-30 20:11:15
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