Además, como buena historia de origen, se desarrolla en el centro de plena Ciudad de México, convirtiéndose en uno de los snacks más icónicos del país. Con una buena dosis de creatividad y adaptación al paladar mexicano, creó una versión más crujiente y sabrosa: cacahuates recubiertos de una mezcla de harina de trigo, azúcar, salsa de soya y condimentos. Además, la combinación de lo dulce, lo salado y ese toque umami de la salsa de soya era completamente novedosa para los mexicanos de los años 40.
Author: fabiola.barrera
Published at: 2025-07-15 18:50:57
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