Lo mejor es que la producción no entiende de idiomas, ya que cada participante escribe en la lengua que haya escrito, así que el asunto se equilibra para ambas partes. Si existe alguna realidad alternativa en la que soy un maestro en un videojuego online, me encanta haber nacido en el que confío en arrasar en Final Sentence. Nada tiene sentido en lo que veas, no hay final, no hay principio; tan solo una sala enorme en la que decenas de desdichados se acumulan en mesas frente a máquinas de escribir de tus abuelos y con matones lamiendo cañones repletos de pólvora.
Author: Juan Sanmartín
Published at: 2025-10-13 17:57:25
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