Liberación

Pero hay una pauta y es que agosto del año en curso (el que sea) es el mes del anuncio; el último trimestre de ese año es el de las actualizaciones a la opinión pública del enorme esfuerzo e incesante negociación; y, ya marzo del siguiente, el de la desesperanza, el silencio y una interpretación retorcida de la Constitución para justificar el fracaso, aunque ésta indique con claridad, no ya que tenga que haber Presupuestos, sino los plazos, el procedimiento y condiciones para renovar los anteriores. La actual cuenta con 48 diputados más para el PP por uno más del PSOE, lo que implica que, en pura lógica, no ya la situación económica es distinta a la de 2022, cuando se aprobaron, por ser aquella una situación de salida del Covid, sino que el mapa político (aun sin contar encuestas) es también muy distinto en lo relativo a la posición de los ciudadanos y sin contar con que el Gobierno tiene que contar sus victorias legislativas a peso de minorista. Así que negar la libertad de adquirir, de poder comprar un coche, una casa, de que, por el mismo precio, uno pueda seguir llenando el carro del supermercado en vez de verlo reducido un 22%, es, en esencia, dejar la libertad personal y la que debe ser protegida por el Gobierno como una mera consecución de tinta en un documento muy invocado pero poco entendido.

Author: Enrique Cocero

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