Lógicamente, una vez despedido, la crítica a la empresa o a alguno de sus directivos es absolutamente libre con las lógicas limitaciones legales de no compartir determinada información, faltar a la verdad, atentar contra el honor y la intimidad... De hecho, los despedidos son el target más activo y preocupante en las redes sociales". Un fabricante de automóviles despidió a un directivo por insultar a su CEO en redes sociales; una tecnológica, a una veintena de empleados por compartir con periodistas información confidencial; otra, a decenas de trabajadores por protestar por los acuerdos comerciales con el ejército. Por eso la empresa no debe "luchar por que los empleados no escriban en las redes sociales, eso es poner vallas al campo", sino "gestionar adecuadamente a las personas, hacerlas sentir lo que todo el mundo dice pero no todo el mundo practica: que son el activo más importante de cualquier organización".
Author: Ángel Peña, Sean Mackaoui
Published at: 2025-04-13 15:32:20
Still want to read the full version? Full article