La reciente intervención de Sánchez en el Parlamento, la de la difamación de 'personas honestas', era una orden de cierre de filas. Segundo, cohesionar al deprimido electorado de izquierdas, reagrupar sus dispersas fuerzas con la clásica técnica de la agresión externa, en este caso por parte de la ultraderecha emboscada en la judicatura (procesos injustos), la prensa (escándalos ficticios) las compañías eléctricas (sabotajes) y ahora en las fuerzas de seguridad (filtraciones de sospechas inciertas). El asunto ya no va de cortinas de humo sino de un ataque con toda la maquinaria propagandística a la máxima potencia y dirigentes, militantes, líderes de opinión y simpatizantes en formación de guerra.
Author: (abc)
Published at: 2025-05-25 17:05:11
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