Por su parte, los mandatarios europeos han anunciado el estudio de contramedidas que, grosso modo, consisten en replicar las medidas anunciadas por Trump estableciendo impuestos recíprocos a los productos provenientes de EEUU, una decisión que, de llevarse a cabo, perjudicará doblemente a las empresas y consumidores de todos los países implicados. La UE aún no ha concretado qué tipo de acciones va a poner en marcha ante la ofensiva arancelaria de Trump, pero la idea que subyace en las declaraciones de las autoridades de Bruselas de los últimos días es que la Casa Blanca va a recibir cumplida respuesta a sus amenazas a través de algún tipo de reciprocidad. Es cierto que habrá sectores especialmente afectados con esta política de Trump como la agricultura española, que exporta gran parte de su producción a EEUU, pero la respuesta no puede ser tratar de dañar en la misma medida a las empresas norteamericanas (que no al inquilino de la Casa Blanca) en una guerra comercial que nadie puede ganar y afectará especialmente a las capas más desfavorecidas de la población a uno y otro lado del Atlántico.
Author: EDITORIAL
Published at: 2025-04-06 19:54:11
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