Desde entonces, su vínculo con el entorno digital dependía de un dispositivo llamado QuadStick, un joystick que se maneja con la boca y permite interactuar con videojuegos y computadoras mediante soplidos y movimientos faciales. Incluso el primer paciente del proyecto, Noland Arbaugh, aseguró que la experiencia de jugar con el implante se sentía como tener “un sistema de autoapuntado en la cabeza”. Existen además interrogantes sobre la seguridad a largo plazo, la dependencia de sistemas propietarios, el uso de los datos obtenidos del cerebro y los posibles usos futuros más allá de lo terapéutico.
Author: Lucas Handley
Published at: 2025-12-07 13:34:01
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