La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que le otorga inmunidad penal; la incapacidad de exigir responsabilidades a Trump, haga lo que haga, incluido el hecho de incitar una insurrección violenta en el Capitolio; que alentara a una turba que amenazaba con colgar a su vicepresidente; que llamara al secretario de Estado de Georgia y le pidiera que revirtiera el resultado electoral de ese estado y buscara 11.780 votos (como reveló un audio del Washington Post). La población agacha la cabeza, se calla, se pone a la cola, aunque solo sea por la muy razonable y racional razón de que cualquier individuo que actúe racionalmente tiene motivos para pensar que el coste personal de negarse a llegar a un compromiso va a ser mayor que el beneficio social de su único acto de resistencia. Así que ahora se encuentra en lo que ella llama “una posición privilegiada”: en una universidad al otro lado de la frontera, fuera del alcance tanto de las amenazas de Trump de recortar la financiación, como de los funcionarios del ICE que actualmente siembran el terror en los corazones de los estudiantes internacionales y otros.
Author: Jonathan Freedland
Published at: 2025-06-21 19:54:43
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