Con un cuestionado papel durante la Segunda Guerra Mundial, tras la rendición nipona, tuvo que firmar la Constitución de 1947 en la que el general estadounidense McArthur exigió que se eliminara la divinidad del jefe del Estado. Vestido con chaqué y sobrero y guantes en la mano, Hisahito presentó sus respetos ante la tumba de su antepasado y también ante la de su esposa, la emperatriz Nagako, la más longeva de la historia de Japón. Previamente, durante el fin de semana tuvo lugar la ceremonia de Kakan no Gi, en la que, en presencia de la familia imperial, recibió el tocado, una corona de seda negra y laca, que marca su entrada oficial en la vida adulta.
Author: Lucía Fernández
Published at: 2025-09-09 19:42:14
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